lunes, 25 de noviembre de 2013

La capacitación como RSE: ganar-ganar

Por Mauricio Muñoz Valdivia (*)

La integración social y/o laboral a nivel local, mediante la capacitación técnica en artes u oficios, puede ser una estrategia de alto impacto en la implementación de un plan de responsabilidad social empresarial (RSE), lográndose mayores oportunidades laborales para los beneficiarios y mejores condiciones de crecimiento y oferta de mano de obra calificada para la empresa.

Un claro ejemplo está dado en un curso de tractorista realizado por la empresa rural Agrofértil, dirigido a beneficiarios que viven en la comunidad de Liberación. Departamento de San Pedro. El mismo ha generado un alto impacto en aquellos que participaron, ya que se logró la formalización de los conocimientos técnicos de quienes ya trabajaban en el rubro, la capacitación de nuevos beneficiarios con nuevos conocimientos y mayores oportunidades de lograr un trabajo de mayor remuneración, y el aumento de la oferta de mano de obra calificada, lo cual a su vez permite a la empresa encarar un crecimiento.

Esto genera al mismo tiempo una conciencia de la comunidad, pues ve que la empresa involucrada está interesada en el mejoramiento de las condiciones de vida de la misma, siendo este un importante factor de sostenibilidad.

El escenario contrario a esta situación se está dando en sectores de crecimiento industrial, como por ejemplo en distritos industriales del Departamento Central, donde la instalación de nuevas empresas genera una demanda de mano de obra calificada en el sector de su ubicación y la oferta local no es suficiente.

Electricistas, cocineros, plomeros... Son innumerables las necesidades de recursos humanos capacitados en mandos medios que pueden ofertar sus servicios a la empresa que promovió la capacitación como una acción de RSE en su comunidad. Aunque además pueden acceder a otros mercados geográficos, pues están preparados para aprovechar esa oportunidad laboral y de desarrollo personal.

Más de un lector pensará que esta tarea también puede ser realizada por instituciones estatales especializadas en la capacitación de mandos medios. Sin embargo, la problemática de la falta de capacitación no pasa por una oferta estatal no adecuada, sino por el acceso de la comunidad a la misma por no tener condiciones de horario, medios económicos o accesibilidad física, entre otros aspectos destacables.

Bajo este enfoque, las pequeñas y medianas empresas pueden también aplicar los mismos principios para generar idénticos ciclos virtuosos, en el cual todos ganan, ya que se convierten en un factor de desarrollo humano y comunitario, generando oportunidades de formación y mejoramiento tanto de las capacidades de obtener un empleo de mayor calidad y remuneración para su comunidad circundante, como también la generación de una oferta laboral calificada que le permita su crecimiento sustentable.

(*) El autor es director ejecutivo del Centro Tecnológico de Desarrollo e Investigación (Cetedi), ONG que desarrolla poryectos de RSE para diversas instituciones y empresas, entre ellas Agrofertil.

Artículo publicado en el diario Última Hora - revista Pymes - Página2 14 y 15 - 11/11/13

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