En principio, el concepto de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) quizá sugiera una idea orientada a las grandes empre; sas y resulte hasta excluyentes para los emprendimicntos de menor porte. En general existe el prejuicio de que se debe realizar grandes inversiones para encarar campañas en ese ámbito, pero la verdad es que no importa el tamaño ni el presupuesto con el que se cuenta para ser socialmente responsable, hay diferentes modos de hacerlo.
De hecho, la realidad ubica a las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) como las que por su nivel de penetración en el sistema económico de la comunidad pueden asumir con mayor eficacia la canalización de la acción social de una firma.
Tal vez sea oportuno remarcar el significado de RSE, el cual si bien admite otros términos, mantienen en común la idea. “Se trata de la capacidad de gestión que tiene una empresa o una entidad frente a los efectos e implicancias de sus acciones sobre los diferentes grupos con los que se relaciona”, explica Gisella Lefebvre, miembro del Comité de RSE de la Asociación de Empresarios Cristianos (ADEC).
Afirma que el desafío es orientar sus actividades, a fin de “compatibilizar la satisfacción de sus objetivos económicos con los impactos sociales y ambientales”, y resalta que el error que se suele cometerse es considerar que se necesita una cuenta especial para realizar prácticas o actividades que estén enmarcadas dentro de la responsabilidad social. Asevera que ello ocurre más bien por desconocimiento de las diferentes formas de hacerlo.
ESTRATEGIAS
La gremialista comenta que muchos microempresarios consultan qué porcentaje de sus ventas deberían invertir en RSE. “No pasa por un porcentaje ni de excedentes, es cuestión de tenerlo como una de las metas de la firma. Es posible actuar según los valores socialmente responsables realizando alianzas estratégicas, sin importar el tamaño de la compañía; una pequeña empresa puede comenzar a cambiar de manera interna, por ejemplo, replantear los criterios que utiliza para la contratación de personas”, indica.
“Pueden preguntarse con qué criterios contrata a sus empleados, enfocarse en la capacidad, no simplemente en la buena presencia. Si tiene una computadora que va a cambiar, ésa que ya no usa puede donar a una escuela, realizar buenas prácticas ambientales utilizando focos de bajo consumo”, ejemplifica y acota que las Pymes pueden implemen-tar pequeñas acciones, apelar a diferentes estrategias, muchas de ellas de costo cero.
Lefebvre cita otra actividad que puede realizarse sin mayores gastos. Por ejemplo, en el caso de una empresa del rubro de la informática, podría dar charlas con su propia gente en forma gratuita. “En vez de que la gente considere a esa empresa solo para pechear, debe sentir que es su aliada. Si no tiene dinero para capacitación puede contactar con instituciones que lo hacen totalmente gratis como el SNPP, realiza alianzas para formar a sus colaboradores”, observa.
POR QUÉ HACERLO
Varios estudios demuestran que vender con valores es más rentable, por el contrario a mostrar situaciones de consumo masivo sin ningún tipo de control. Esto se debe a que los consumidores cada vez son más exigentes, antes de realizar sus compras consideran varios criterios no manejados anteriormente y son más conscientes de su rol de consumidor.
La entrevistada puntualiza que una internalización de estos conceptos por parte de las Pymes puede originar un fuerte impacto en la economía y en la sociedad paraguaya, teniendo en cuenta que este sector supera el 80% de las empresas nacionales, un nivel significativo para promover el desarrollo sustentable del país.
“Estas empresas reúnen una significativa porción de la fuerza laboral y generan un destacado aporte al valor bruto de la producción. El incremento de la participación de las pequeñas y medianas empresas en las exportaciones implica que ellas deberán cumplir con exigencias cada vez más altas de los mercados internacionales, relacionadas con la RSE”, acota.
Información del Diario La Nación – Política Página 02-03 08/08/2012
