miércoles, 9 de abril de 2014

La importancia de medir el impacto de las acciones de RSE

Por Mauricio Muñoz (*)

Las empresas que realicen acciones de responsabilidad social empresarial deben establecer indicadores de evaluación e impacto a fin de poder medir de qué manera se modifica la realidad de los beneficiarios.

En cada proyecto o acción que se emprenda se debe establecer un análisis diagnóstico de la situación de los beneficiarios antes de la intervención, y otra después, a fin de poder tener un resultado medible y concreto de cómo los recursos generan los objetivos deseados.

Los resultados de estas mediciones siempre serán de interés para los involucrados en el proceso y los resultados de las acciones por parte de la empresa. Así, los directivos de la firma que emprende las acciones podrán observar el impacto obtenido contrastándolo con los recursos invertidos, lo que contribuirá a la organización técnica del proyecto o la intervención. También será un parámetro de eficiencia y eficacia en los procesos de gestión de implemen-tación. Para la comunidad y sus beneficiarios, en tanto, será la expectativa del mejoramiento de su calidad de vida o condiciones de desarrollo humano.

Tomando como ejemplo el destacado combate contra la pobreza, hay pequeñas acciones que pueden concretarse mediante realizar proyectos o acciones en los siguientes ámbitos: educación (mejoramiento de las condiciones de estudio).

Salud (facilitación del acceso a la oferta pública de salud), desarrollos comunitarios (fomentar la conformación de organizaciones de la comunidad con objetivos comunes) y el de mejoramiento productivo (buenas prácticas de producción). En todas estas áreas deberán realizarse un diagnóstico previo y otro posterior a la finalización del proyecto o acción.

Destacar esta previsión es importante para valorizar la decisión de la empresa en realizar la inversión social y no ser observados como aquellos proyectos o programas de combate a la pobreza que no muestran sus resultados concretos y se malinterpretan más como acciones de otros intereses, además del de desarrollo humano, o también como aquellas acciones particulares que son extremadamente puntuales y pueden reflejar un interés mediático coyuntural antes que una intención a largo plazo.

Las acciones de responsabilidad social empresarial aquí mencionadas como ejemplo, comprendidas como una actitud estratégica de la pequeña empresa, estarán destinadas a fortalecer aspectos de desarrollo sostenible de la misma y deben ser orientadas a generar los resultados concretos y medibles, de manera a que puedan ser relacionados al fortalecimiento de los aspectos de sosteni-bilidad que estratégicamente son objeto de inversiones por parte de la empresa.

En conclusión, la comunidad de beneficiarios debe experimentar el cambio, la organización técnica debe gestionar la intervención y la empresa debe ver fortalecidas sus estrategias de sostenibilidad.

(*) El autor es director ejecutivo del Centro Tecnológico de Desarrollo e Investigación (Cetedi), ONG que desarrolla proyectos de RSE para diversas instituciones y empresas, entre ellas Agrofértil.

Artículo publicado en la revista Pymes del diario Última Hora - Página 25 - 07/04/14

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