martes, 27 de mayo de 2014

La unión hace la fuerza

Por Mauricio Muñoz (*)

Jorge López, director de la escuela María Auxiliadora, de la Colonia Arroyo Moroti de San Pedro, tomó contacto conmigo una tarde de marzo a fin de solicitar mi ayuda para la concreción de un proyecto escolar.

El pedido era una de las muchas solicitudes que puede recibir una institución o empresa por parte de la comunidad, en este caso un proyecto para el cercado perimetral de su escuela, estructurado como tal, y que fue escrito y dibujado a mano. Me explicó que solo le faltaba el 30% del presupuesto total del mismo.

López no pedía dinero sino los bienes. Acudimos al llamado cuatro instituciones, entre empresas y organizaciones no gubernamentales, para participar de la concreción de un cercado perimetral para una escuela básica en el distrito de Liberación en el departamento de San Pedro. Entre las organizaciones se encontraban Agrofertil RSE y la ONG Cetedi.

A priori, la obra podría considerarse algo básico para instituciones que trabajan en grandes proyectos. Pero el detalle a no perder de vista es que se trataba de de una iniciativa con fuerte impacto para la comunidad que cambiaria la realidad de la escuela en una mejor condición.

Este es un ejemplo concreto sobre cómo, con pequeñas acciones, se puede avanzar en proyectos concretos de RSE: sumando esfuerzos entre empresas e instituciones.

¿Y LAS PYMES? Una pequeña empresa no necesariamente puede encarar proyectos que puedan exigir tiempo y recursos que su capacidad no pueda responder. sin embargo la tan trillada frase “la unión hace la fuerza” se aplica tanto en las grandes como en las pequeñas empresas.

Esto quiere decir que, habiendo un proyecto concreto y una gestión de liderazgo para buscar los fondos y procurar el financiamiento (nuestro director Jorge), una pequeña empresa puede unirse a otras pequeñas empresa afines en su voluntad de ayudar, para formar parte de un proyecto mayor y ambicioso para mejorar la calidad de vida de una comunidad, y los ejemplos pueden darse en ámbitos sensibles como educación, salud, seguridad alimentaria y mejoramiento de la productividad, entre otros.

Cuando la pequeña empresa toma la decisión de realizar una acción o un proyecto, una de las cualidades que debe tener la persona a cargo de realizar acciones de RSE con la comunidad es la de tener una actitud empática con los miembros de la comunidad y realizar un proceso de identificación de posibles proyectos, a partir de una metodología participativa, inclusiva y adaptada a la realidad de su factores condicionantes.

Esto implica no cometer el error de interpretar la realidad de la comunidad y sus necesidades de desarrollo a partir de una visión unilateral, ya que se corre el riesgo de no identificar otras empresas afines o con antecedentes de cooperación con el desarrollo de la comunidad que pueden aportar a un proyecto y lograr objetivos más ambiciosos.

En nuestros entornos hay personas, empresas e instituciones que están constantemente realizando el rol del director Jorge, no solamente porque observan las necesidades y restricciones al desarrollo que sufren sus comunidades, sino porque tienen el convencimiento que aportar al desarrollo de las mismas es aportar al fortalecimiento de su capacidad de sostenibilidad en un crecimiento armonioso con su entorno.

(*) El autor es director ejecutivo del Centro Tecnológico de Desarrollo e Investigación (Cetedi), ONG que desarrolla proyectos de RSE para diversas instituciones y empresas, entre ellas Agrofertil.

Artículo publicado por la Revista Pymes de Ultima Hora - Página  - 27/4/2014

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