martes, 21 de febrero de 2012

La responsabilidad social como hábito de las empresas

Las empresas de hoy, además de generar más ingresos, tienen visiones de emprender iniciativas sociales, tendencia que va en auge entre las compañías paraguayas. Las actividades de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) son importantes para la competitividad, pero necesitan de planificaciones y trabajos para su buena ejecución.
Actualmente, la tendencia de muchas firmas paraguayas es alinear e integrar iniciativas sociales con la actividad empresarial, ya que, precisamente, la responsabilidad social impulsa el fortalecimiento de la empresa y la lealtad de los consumidores hacia una determinada marca. La conciencia social de cada firma y su deseo de hacer un aporte a la sociedad, han cambiado el entorno de los negocios durante la última década en el país.
Estas actividades deben ser la conexión e interrelación de las empresas con el contexto, la comunidad, el país e incluso con el mundo; además, deben tener una capacidad de visión de corto, mediano y largo plazo, orientada a la sostenibilidad, según afirma el consultor empresarial Nicolás Campos Angulo.
“La responsabilidad social empieza por casa, por los empleados, por el ambiente laboral, higiene y seguridad, una vez desarrollados éstos, se pasa a los clientes, proveedores, la comunidad, el medio ambiente y muchas otras cosas posibles que las firmas puedan realizar”, refiere.
El experto aclara que la empresa tiene que desarrollar planes de acuerdo a sus competencias y capacidades, si se buscan temas muy distintos es más complicado. Estos programas de RSE muchas veces fracasan por falta de visión, “excelentes programas fracasan por falta de visión e incluso muchas empresas implementan acciones porque el tema esta de moda, muchos usan estas actividades para publicidad, pero un conjunto de excelentes eventos no es sostenible, la responsabilidad social debe ser planificada a 5, 10, 20 años”, asegura el experto.
Cuenta que la RSE es una relación no unidireccional que consiste en construir y crecer. “El programa en sí es dar y recibir, por lo que programas donde la empresa es la que da y los otros reciben, tampoco funcionan a largo plazo, y muchas veces son prácticas subsidiarias que solo refuerzan el modelo prebendarista”, resalta Campos.
RELACIÓN Y CREDIBILIDAD
La construcción de la confianza se hace con tiempo, trabajo y resultados. Empresas que no cumplen con los acuerdos o programas establecidos o difundidos pierden credibilidad, lo que muchas veces afecta la visión sobre la empresa, incluso, en relación a la ética, según explica Campos.
Cuando una compañía no asume la RSE, ésta no es sostenible menciona, el consultor. “La firma puede tener excelentes resultados económicos en un periodo, pero si los empleados, clientes, proveedores, la comunidad ,etc, no crecen y se desarrollan con ésta, no va a perdurar por mucho tiempo, puesto que la visión que desarrollan de la empresa será cada vez más negativa.
Empresas aisladas, que no se relacionan sana y armónicamente, muchas veces generan altos niveles de conflictos dentro de las mismas, como también a nivel social”, expresa.
ORGANIZACIÓN EMPRESARIAL
La empresas tienen que definir objetivos y metas en relación a la RSE, deben identificar a los actores y desarrollar planes con ellos. Para la organización de la RSE se debe involucrar a todos los actores en el programa, que dos o tres personas de la empresa se ocupen del mismo no tiene impacto, y muchas veces queda en una mera actividad. Otro punto ha tener en cuenta según Campos es la persistencia: “Hay que hacer planes a largo plazo, las transformaciones y cambios importantes llevan tiempo, trabajo y esfuerzo, un plan de responsabilidad social empresarial no es un conjunto de lindas actividades en unos meses, sino un relacionamien-to continuo entre los actores, donde todos crecen, se desarrollan y mejoran su calidad de vida”.
En el país hay esfuerzos importantes de algunos gremios y asociaciones, como la ADEC, que han instalado el tema de RSE, y que muchas empresas se van sumando e imple-mentado programas excelentes, así también algunos proyectos de las Naciones Unidas, según el experto. “De igual forma, tenemos que mencionar que, si bien hemos avanzado mucho, aún queda un camino largo y difícil por recorrer para llegar a la verdadera esencia de la RSE, donde las empresas se interrelacionan armónicamente y se conectan con sus empleados, clientes, proveedores, comunidad, medio ambiente, etc., para crecer juntos”, finaliza.

Publicado en el Diario La Nación – Suplemento Estrategia Página 2-3      19/02/2012

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