Sin pretenderlo, el correccional de mujeres de Ciudad del Este “Juana de Lara” se convertirá en marzo próximo en una prisión industrial, mediante la inauguración de una fábrica de la empresa Fujikura Automotive. Los cursos de capacitación están en marcha en los talleres instalados por la gigante de las autopartes en el propio penal.
En esta entrevista el presidente de la multinacional, Ignacio Ibarra, nos comenta las motivaciones de la innovadora decisión, cuestiona el sistema que cierra las puertas a trabajadores por tener deudas y alienta a otros empresarios a ofrecer oportunidades laborales.
–¿Cuál es la principal motivación de la empresa para llevar adelante esta iniciativa?
–Fujikura y su presidente, Ignacio Ibarra, tienen una real vocación de ayudar a las personas que más lo necesitan.
Yo, Ignacio Ibarra, desde mis tiempos de estudiante de Derecho Penal y Penitenciario en España en los últimos años de la dictadura franquista, he tenido una preocupación por la situación penitenciaria y por la reinserción social de los reclusos.
–¿Fujikura tiene experiencias similares en otros países? Si la respuesta es positiva, ¿dónde se hizo y cuáles son los resultados?
–Fujikura es una multinacional con 137 años de vida, que tiene gran responsabilidad social. Pero no conozco que tenga experiencias similares en otros países.
–¿Por qué eligió a mujeres reclusas?
–Porque el 75% de mi empresa son mujeres. Porque tienen más habilidades para trabajar con sus manos y nuestros cableados de auto los hacen las manos de las personas, preferentemente mujeres.
Y queremos con este proyecto hacer lo que nosotros sabemos hacer, que es trabajar, trabajar, y trabajar.
¿En qué? En lo que nosotros hacemos cotidianamente. Cableados de auto, para nuestros clientes multinacionales.
Todo el mundo habla de reinserción de los reclusos hombres y mujeres, pero los reclusos cuando salen a la calle, nadie les contrata por dos razones:
Tienen antecedentes penales y no saben trabajar.
Nosotros vamos a enseñarles a trabajar dentro del centro penitenciario, con las mismas exigencias de calidad y métodos con que se trabaja en nuestra empresa.
Cuando salgan, ya sabrán hacer el trabajo. Ya no tendrán que aprenderlo. Ya serán trabajadores formados, no aspirantes a trabajadores.
Y referente a los antecedentes. Yo soy católico, y en nuestra religión y en las otras religiones es obligatorio perdonar, máxime cuando se ha cumplido la condena.
Condena de por vida
No se puede condenar a ninguna persona de por vida. Y no poder tener un trabajo legal es una condena de por vida.
Y referente a los antecedentes penales, también es otra condena de por vida. Y debemos ser humanos y por tanto caritativos. Y ofrecer oportunidades.
Porque habría que ver las circunstancias de la vida en la que se cometieron los delitos. Y eso no se explica en los antecedentes.
Antecedentes comerciales
Aquí en Paraguay he observado que se da una circunstancia terrible contra las personas, sobre todo contra las personas humildes. Que ya no tiene que ver con los antecedentes penales. Que tiene que ver con algo mucho menos importante, que son los antecedentes comerciales.
Se rechaza a un posible trabajador porque tiene un antecedente comercial negativo, reflejado en un registro en un archivo, que todo el mundo sabe cómo se llama.
Y yo les digo a los empresarios y a quienes ofrecen trabajo: que haber tenido alguna incidencia comercial en su vida, o no haber podido pagar una factura, o andar con retrasos en los pagos de la compra de algún bien o algún servicio, no quiere decir que no se sea una persona confiable, como para darle un trabajo.
–¿Cuánta es la inversión prevista para la penitenciaría “Juana de Lara”?
–Grandísima inversión en ilusión, en ganas de enseñar y en ganas de ayudar.
En este convenio se trata de ayudar, no se trata de invertir.
Este no es un proyecto que se pueda medir por inversión financiera. Se puede medir por interés por ayudar y por interés por ayudar a personas que generalmente no son ni ayudadas ni respetadas.
–¿Cuánto tiempo demandará la instalación de los talleres y el periodo de capacitación de las internas? ¿Qué otras mejoras edilicias contempla la inversión?
–En el Centro Penitenciario “Juana de Lara” de Mujeres en Ciudad del Este hay dos salas bastante adecuadas en las que antes se hacían algunas actividades de producción, como una panadería industrial, en las que con pequeña inversión pueden estar bien preparadas, para que allí opere el taller de cableados de Fujikura.
No va a haber obras. Van a existir adecuaciones para que sean unos talleres industriales. Allí habrá unos medios de producción con los que trabaja Fujikura en su planta de Ciudad del Este, que serán trasladados allí, y fundamentalmente se harán tableros y mesas de trabajo.
Tenemos previsto contar con los talleres operativos e iniciar el proceso de selección de las reclusas que libre y voluntariamente deseen ser capacitadas y formadas para trabajar en el taller de Fujikura en el centro penitenciario.
En la visita que realicé con la gerente de Recursos Humanos de mi empresa y otras personas de Fujikura vimos que había unas mejoras que fácilmente se podían realizar en el centro penitenciario. Y en esas mejoras pequeñas queremos involucrarnos.
Quiero decir que no solo elegimos el centro penitenciario de Ciudad del Este porque estuviera cerca de nuestra fábrica, que obviamente es una razón muy importante, sino también porque es un centro bien organizado, bien controlado, limpio, y muy ordenado, con un liderazgo fuerte de su directora.
Por último quiero decir que este convenio no hubiera sido firmado sin la agilidad mental y la vocación por ayudar de la señora viceministra doña Carla Bacigalupo y de la señora ministra de Justicia doña Sheila Abed.
Fujikura en Paraguay
Fujikura Automotive Paraguay, empresa paraguaya de capital japonés, opera en nuestro país desde 2011.
La empresa tiene dos plantas en Ciudad del Este, que emplean a más de 600 personas con edades de 18 a 22 años, de las cuales el 80% son mujeres.
Informacion publicada por el diario ABC Color - Pagina 12 - 23/02/2015
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