Al hablar de empresas inclusivas se destaca la colaboración en la inserción laboral de quienes, por diversas razones, no tienen acceso al mercado laboral, al menos, no en igualdad de oportunidades. Para alcanzar este objetivo, la estrategia de negocios apunta a mejorar su competitividad al mismo tiempo que se cumple con un aspecto fundamental de la responsabilidad para con la sociedad.
Un desafío actual al que se enfrenta nuestra sociedad es la difícil tarea de lograr, en condiciones de igualdad, una plena participación de la fuerza de trabajo con discapacidad en el desarrollo del país. La valoración de la diversidad, como parte de la estructura y esencia de una organización es un proceso que puede aportar mucho a todas las partes de la ecuación: la empresa, el colaborador y la sociedad.
Las oportunidades de empleo a personas con discapacidad han de verse multiplicadas, como un reflejo del compromiso de las empresas responsables que entienden el valor y la contribución que pueden recibir a cambio de una gestión.
¿Cómo beneficia a la empresa?
La empresa, al aplicar políticas de inclusión, encontrará que existen beneficios productivos, internos y reputacionales.
Mejora la producción
La adaptación de la persona con discapacidad a su tarea se traduce en aportes a la productividad general, especialmente en el caso de discapacidades asociadas a ciertas habilidades específicas. Además, se contagia una actitud positiva. Esto es así ya que la disposición de las personas con discapacldad hacia el trabajo - o, en casos, su nivel de productividad - lleva a otros a evaluar su propia labor, valorándola, modificándola o mejorando la actitud o rendimiento.
Valoración interna y beneficios
En las organizaciones con experiencia de inclusión, las personas con discapacldad son percibidas como trabajadores leales y estables, con baja tasa de rotación, ausentismo y accldentabilidad. De la misma manera, el clima organizacional - y, así mismo, la productividad general - se ve mejorada, al irradiar motivación y sentimiento de orgullo de pertenencia a la empresa. Por otro lado, los aprendizajes y experiencias enriquecen notablemente a la organización.
Mejoramiento de la reputación corporativa
Si bien no se opta porcumplircon determinadas políticas responsables por el solo hecho de "verse bien" - lo que sería una incoherencia y muy poco ético -, lo cierto es que al regirse a un marco de normas de RSE o, en este caso, Inclusión, en paralelo se adquiere un capital simbólico que mejora la percepción que recibe la empresa de sus públicos de interés.
Una empresa inclusiva, mejorando su reputación entre sus stakeholders, se vuelve más atractiva para Inversionistas potenciales, fideliza clientes, atrae nuevos talentos humanos y logra acceder a nuevos mercados.
El beneficio para la persona con discapacidad
Evidentemente, esta y su familia también resultan beneficiadas; mejora la percepción de bienestar, estando satisfechas con la situación laboral. Mejora su calidad de vida, adquieren una nueva rutina y un mejor estado anímico. De la misma manera, se obtiene libertad e independencia, autonomía para circular en otras esferas sociales y crear mayores relacionamientos.
Claves para construir una política de inclusión
Un modo de comprometerse más profundamente con la Inclusión laboral de personas con discapacidad es la creación explícita de una política sobre la materia. Por lo general, esto lo realizan empresas que ya han vivido experiencias exitosas de inclusión y que desean continuar incorporando a más trabajadores de este tipo.
Cuando la empresa ya ha decidido que la contratación de personas con discapacldad será parte de su operación habitual, se sugiere la realización reuniones para discutir abiertamente sobre el verdadero significado de la inclusión dentro de la organización. En estos espacios se pueden analizar los aprendizajes obtenidos, identificar los ámbitos de mejora en el llderazgo y generar el compromiso de todos quienes conforman la empresa respecto a la aceptación de la diversidad dentro del entorno de trabajo.
Lo conversado debe estar plasmado y formalizado en un documento visible, que contenga la política de inclusión definida. Queda claro que esto ha de difundirse internamente; es relevante que la organización conozca que se cuenta con una política de inclusión laboral para personas con discapacidad.
De hecho, es muy útil solicitar y contar con ¡deas de los colaboradores, ya que apoya el proceso de integración y aceptación de otros colaboradores con discapacidad. Finalmente, para dar continuidad a la iniciativa, esta debe estar formalmente vinculada a los procesos de selección, reclutamiento y desarrollo profesional, potenciando y fomentando la estabilización de la inclusión.
Articulo publicado por la Revista NEWS LETTER - Club de Ejecutivos del Paraguay - Pagina 19 - 8/01/2015
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