miércoles, 4 de junio de 2014

Asunción espera a las Américas para debatir sobre el Desarrollo con inclusión social

Los días del 3 al 5 de junio del año en curso, el Paraguay recibirá con entusiasmo, agrado y emoción a las autoridades e invitados especiales de los países de toda América, quienes participarán en nuestra histórica ciudad de Asunción, Madre de Ciudades, de la Cuadragésima Cuarta Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA).

La República del Paraguay anhela recibir a todas las delegaciones con la más grata cordialidad y hospitalidad que caracteriza al pueblo paraguayo, a participar en la riqueza del debate que augura este encuentro, así como de la solidaridad y cooperación interamericana, que reflejan la fortaleza de nuestra América y de nuestra Organización.

Como tuve oportunidad de manifestar el pasado mes de marzo, en la ciudad de Washington DC, ante el Consejo Permanente, en ocasión de la presentación oficial del lema “Desarrollo con inclusión social”, que el Paraguay ha propuesto para esta 44 Asamblea, es muy significativo que la Organización se reúna en Asunción, ya que la OEA ha estado presente en momentos difíciles de nuestra historia reciente, desde el inicio mismo, en 1989, de nuestro andar hacia la consolidación democrática.

El Paraguay transita, prudente pero firme, la senda hacia el desarrollo sostenible, priorizando la inclusión social. Hoy, con satisfacción vemos el crecimiento experimentado en los últimos años. Pertenecemos a una región que viene construyendo un progresivo aumento en la calidad de vida de sus habitantes. Somos conscientes de que este momento de crecimiento económico, indudablemente, debe servir para que la región esté más integrada y aproveche los beneficios que prodiga el momento económico, que muestran las estadísticas del hemisferio.

Sin embargo, también vemos que este progreso no llega a todos, y esa es una situación que ya no puede seguir dándose en nuestra región, puesto que, no obstante los resultados alcanzados, aún no se han podido superar las graves situaciones de la pobreza existente, así como la desigualdad e la inequidad. Creemos enfáticamente que el desarrollo sin disminución de la pobreza y la desigualdad, es un hecho injustificable por lo que es urgente e imprescindible adoptar medidas para mitigar dicha situación. La persistencia de estas inequidades atentan la sostenibilidad democrática de nuestro continente.
Queremos concentrarnos en la educación para el empleo.

Muchos de los jóvenes siguen teniendo dificultades para ingresar en el mercado laboral y para obtener un trabajo decente, digno y productivo, por lo que debemos propiciar el espacio adecuado para la generación de fuentes de ingreso y empleo, e incentivar la consolidación de los sistemas de protección y atención. El desafío está en la generación de oportunidades de educación y empleo para aquellos sectores más expuestos y vulnerables.

El desarrollo integral, la democracia y los derechos humanos son elementos interdependientes que se refuerzan mutuamente; sus fortalezas y debilidades repercuten proporcionalmente en la estabilidad de los Gobiernos.

Consideramos la educación como uno de los ejes esenciales para el desarrollo. Todos somos conscientes de que una justa distribución de beneficios permitirá optimizar la educación, garantizar el acceso a la salud integral y contribuirá a la seguridad ciudadana y a la estabilidad democrática.

Con los cancilleres y las delegaciones presentes en Asunción, plantearemos enfocarnos en los ejes que permitan revitalizar nuestros esfuerzos para obtener resultados concretos y efectivos en el menor plazo posible en la erradicación de la pobreza y la pobreza extrema, la reducción de la inequidad y la exclusión social; el acceso a la educación y la garantía de la salud integral. Queremos abordar con todos, en un debate abierto y sincero, como caracteriza a nuestra organización, los efectos negativos que estos factores generan en la democracia y en la seguridad ciudadana.

Plantearemos también reflexionar sobre el rol efectivo que la OEA debe cumplir para el desarrollo de las prioridades señaladas y la colaboración que el sector privado pueda prestar, conforme a la responsabilidad social que tienen. Estamos seguros de que las delegaciones presentes en Asunción expondrán sus experiencias que podrán ser compartidas ante las realidades similares que enfrentamos, en la región. Finalmente, la 44 Asamblea Ordinaria de la OEA será además una ocasión inigualable para conocer la riqueza de nuestro ser nacional, que se forjó a través de la amalgama hispano-guaraní, y se tradujo en la cultura paraguaya admirada por propios y extraños, por su música, su gastronomía, su artesanía, sus lugares históricos, sus maravillas naturales que aunadas a la hospitalidad del pueblo paraguayo, permite augurar una muy feliz estancia en el país.

Artículo publicado por Palo Rubim - 3/6/2014

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