Por Rafael Torrents. Constantemente estamos criticando o hablando sobre cosas que no nos parecen bien, o que no nos gustan y, la mayoría de las veces, nos quedamos sin hacer mucho por revertir eso.
Dentro de cada uno hay un potencial demasiado grande para transformar nuestro entorno. Depende de nosotros tomarnos el tiempo de analizar bien cada cosa y decidirnos a actuar.
En ocasiones, cuando estamos muy entusiasmados y hacemos algo, nos dicen "pero para qué hacés eso, no vas a cambiar el mundo". Es cierto que es difícil cambiar todo el mundo de una vez, pero sí estoy seguro que voy a cambiar mi mundo y el de muchos de mi alrededor. De eso se trata, de crear un cambio en cadena, un cambio de actitud en mi día a día que, a la larga, se proyectará a otros.
No esperemos hacer algo solo por medio de proyectos sociales o programas de RSE en las empresas, hagámoslo ya hoy con las personas que están a nuestro lado, con las que trabajan en nuestras empresas, no hacen falta bombos y platillos, solo necesitamos de nuestras ganas de cambiar lo que no construye.
¿Queremos un país mejor? ¿Queremos más seguridad? ¿Queremos mejores gobernantes? Eso no se consigue con una campaña masiva, se consigue cambiando la mentalidad de las personas en nuestro diario vivir, abriendo los ojos a los que nos rodean, demostrándoles que las cosas se pueden hacer en forma diferente; se consigue con FE y ACCIÓN.
No nos quejemos tanto y hagamos más, en nuestra casa, en nuestra familia, en nuestro trabajo, en nuestro grupo de amigos. Es un trabajo de perseverancia, y los frutos se verán.
En un video en internet leí la siguiente frase: "Cuando alguien evoluciona, también todo a su alrededor lo hace; cuando tratamos de ser mejores de lo que somos, todo a nuestro alrededor también se vuelve mejor".
Cada uno de nosotros tiene que tomar el compromiso de evolucionar, de tratar de ser mejor, si esto lo hacemos estoy seguro que nuestros entornos cambiarán; el esfuerzo vale la pena, y lo vamos a disfrutar.
Anímate a ser el agente de cambio y evolución que se necesita hoy, es solo una cuestión de actitud.
Dentro de cada uno hay un potencial demasiado grande para transformar nuestro entorno. Depende de nosotros tomarnos el tiempo de analizar bien cada cosa y decidirnos a actuar.
En ocasiones, cuando estamos muy entusiasmados y hacemos algo, nos dicen "pero para qué hacés eso, no vas a cambiar el mundo". Es cierto que es difícil cambiar todo el mundo de una vez, pero sí estoy seguro que voy a cambiar mi mundo y el de muchos de mi alrededor. De eso se trata, de crear un cambio en cadena, un cambio de actitud en mi día a día que, a la larga, se proyectará a otros.
No esperemos hacer algo solo por medio de proyectos sociales o programas de RSE en las empresas, hagámoslo ya hoy con las personas que están a nuestro lado, con las que trabajan en nuestras empresas, no hacen falta bombos y platillos, solo necesitamos de nuestras ganas de cambiar lo que no construye.
¿Queremos un país mejor? ¿Queremos más seguridad? ¿Queremos mejores gobernantes? Eso no se consigue con una campaña masiva, se consigue cambiando la mentalidad de las personas en nuestro diario vivir, abriendo los ojos a los que nos rodean, demostrándoles que las cosas se pueden hacer en forma diferente; se consigue con FE y ACCIÓN.
No nos quejemos tanto y hagamos más, en nuestra casa, en nuestra familia, en nuestro trabajo, en nuestro grupo de amigos. Es un trabajo de perseverancia, y los frutos se verán.
En un video en internet leí la siguiente frase: "Cuando alguien evoluciona, también todo a su alrededor lo hace; cuando tratamos de ser mejores de lo que somos, todo a nuestro alrededor también se vuelve mejor".
Cada uno de nosotros tiene que tomar el compromiso de evolucionar, de tratar de ser mejor, si esto lo hacemos estoy seguro que nuestros entornos cambiarán; el esfuerzo vale la pena, y lo vamos a disfrutar.
Anímate a ser el agente de cambio y evolución que se necesita hoy, es solo una cuestión de actitud.
Publicado en el Diario Última Hora Economia - 20/09/2011
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